Estamos en un mundo que cada vez se preocupa más por el medio ambiente, lo que ha hecho que muchos estén apostando por un nuevo modelo energético. Esta es una de las principales soluciones que se tienen en mente para enfrentarse al cambio climático.
El principal objetivo que tiene este modelo es apostar por un entorno más sostenible y que sea respetuoso con el medio ambiente. De esta manera, se reduce considerablemente el impacto que el uso de los medios tradicionales tiene en el planeta.
¿Por qué es importante elegir energías con una baja emisión?
La contaminación es un problema real que en los últimos años ha causado la muerte prematura de muchas personas y animales. Además, ha cambiado el estilo de vida de las personas para siempre. Un claro ejemplo de esto es el aumento de la temperatura en todo el mundo y las olas de calor.
Todos estos cambios han reducido la esperanza de vida de la población, así como ocasiona diferentes enfermedades. En este sentido, recurrir a un nuevo modelo energético que permita reducir las emisiones se ha hecho algo necesario.
El ahorro y la eficiencia energética son la clave
Cambiar de modelo energético no es el único paso que se debe realizar, sino que también se debe apostar por el ahorro y la eficiencia energética. De esta manera, se consigue que el nuevo modelo sea mucho más eficiente. Hoy en día, el uso de combustibles fósiles para la generación de energía es común.
Es por ello por lo que, como parte de la estrategia de cambio de modelo energético, el uso racional y eficiente de la energía es fundamental.
¿Qué opciones hay para un modelo energético sostenible?
Hoy en día hay varias formas de generar energía limpia, segura o confiable. Muchas empresas que generan electricidad están apostando por ella, sin embargo, sustituir todo el sistema actual no solo es costoso, sino que tomará mucho tiempo.
Entre las principales alternativas ecológicas de generar energía, tanto para el uso industrial y doméstico, podemos mencionar las siguientes:
Energía eólica
La energía eólica se ha hecho cada vez más común y hay muchas empresas y gobiernos apostando por ella. Sin embargo, esta tiene un problema y es que solo puede instalarse en lugares donde haya viento de manera frecuente. Esta es la razón por la que no se pueden ver en cualquier lugar y suelen ser más comunes en regiones costeras.
Para generar este tipo de energía se utiliza un aerogenerador. En este, el viento hace se muevan las palas, las cuales, al girar, producen energía eléctrica.
Energía solar
Otra de las formas más comunes de generar electricidad es por medio del sol, una fuente inagotable y limpia que está disponible en la mayor parte del mundo. Para generar electricidad de este tipo, se utilizan paneles solares, los cuales, al recibir los rayos del sol, generan electricidad.
Esta es almacenada en baterías y se distribuye a través de la red eléctrica. Hay sistemas de este tipo que se pueden instalar en el hogar para tener una independencia total o parcial de la red eléctrica pública.
Energía hidroeléctrica
La energía hidroeléctrica es también bastante común y viene utilizándose desde hace muchos años. Se utilizan corrientes eléctricas que fluyen moviendo unas turbinas que generan la electricidad. Hay muchas centrales de este tipo alrededor del mundo y no generan emisiones.
Sin embargo, estas tienen un problema y es que dependen de la disponibilidad del agua. En el caso de una sequía, la capacidad de generación eléctrica se puede llegar a ver gravemente afectadas. Es por esto por lo que se suelen hacer presas, para tener una mayor disponibilidad de agua.