El uso de los recursos energéticos ha pasado a un primer plano para muchos hogares españoles. La subida de los precios, fruto de la escasez y otros condicionantes geopolíticos, así como la búsqueda de la sostenibilidad, son factores que han llevado a un amplio porcentaje de la población a centrar sus esfuerzos en reducir su gasto energético. Las Compañias de luz también buscan medidas para ofrecer un consumo más sostenible y eficaz, en un contexto de preocupación generalizada que incluye a todos los segmentos de la sociedad nacional e internacional. En el objetivo de ahorrar luz y gas, hay muchos pequeños detalles que tienen una influencia directa y que se pueden poner en marcha con un poco de atención y esfuerzo.
Que la luz natural es una evidencia no lo discute nadie; lo que no tenemos tan claro es que se aproveche al máximo. Todavía hay hogares que, pese a que la mejora en la iluminación es mínima, renuncian a esta fuente y utilizan la luz artificial. Levantar las persianas y correr las cortinas son acciones que deben ir intrínsecas al ser humano durante las horas del día. Otras medidas, como colocar las zonas de estudio en zonas próximas a la ventana, para que entre una mejor calidad lumínica, también optimizan este recurso y permiten reducir las horas con el interruptor encendido. Evidentemente, durante la noche y en algunos momentos del día, enchufar la luz es imprescindible; si bien hay bombillas de bajo consumo que se traducen en una notable reducción en el gasto. El mayor precio se amortiza en un año, por lo que la inversión es muy rentable. No solo lo nota el bolsillo, también la factura a final de mes.
El uso de herramientas eficientes es, en líneas generales, una de las mejores alternativas para reducir el consumo de luz y gas en el hogar. Las empresas del sector han focalizado su trabajo en desarrollar electrodomésticos que han ganado en eficiencia y durabilidad, con programas que consumen mucho menos de lo habitual. En cualquier caso, la decisión del ser humano también influye. En el caso de la lavadora, lo recomendable es lavar con agua fría, o al menos lo menos caliente posible; ya que bajar diez grados en la temperatura puede suponer hasta un veinticinco por ciento de reducción en el gasto de energía. Hay que optimizar todo el espacio y no ponerla en marcha hasta que se complete, al igual que el lavavajillas, un electrodoméstico con una opción Eco que también significa un importante ahorro.
El calentador, a la temperatura adecuada
Ducharse es otra de las acciones habituales en un hogar que generan un importante gasto, de agua y gas o electricidad. El ajuste del calentador es una acción importante, pues la temperatura ideal para obtener un buen resultado y no superar los límites adecuados de consumo es de 45 grados. Niveles superiores pueden aportar pocas mejoras en la calidad y significan un aumento notable del coste energético. Cuando el fin es aportar calor a la casa, es importante aislar las puertas y las ventanas, pues solo así se garantiza que no se produzcan vías de escape.