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¿Conoces el plan de transición hacia una economía circular de la UE?

La Unión Europea adoptó en 2015 un plan de transición hacia una economía circular. Su objetivo era dar un impulso a la economía comunitaria, modernizando su industria a la vez que se promovía la protección del medio ambiente y el crecimiento sostenible.

Pero, ¿qué ha pasado con ese plan de transición? ¿Es la economía europea más sostenible que hace 5 años?

El plan de transición hacia la economía circular

La economía circular huye del modelo de consumo lineal (“coge, fabrica y tira”), reintegrando los residuos en el ciclo productivo como materias primas. De este modo se consigue dar una vida más prolongada a los materiales.

Este modelo económico descansa sobre unas ideas muy sencillas:

  1. Los recursos naturales son finitos.
  2. Además, obtenerlos supone un coste económico y medioambiental.

Por tanto, la economía circular trata de mantener el valor de la materia durante tantos ciclos productivos como es posible. Así se minimizan los residuos, a la vez que se reduce el consumo de recursos naturales. En definitiva, se establece un modelo más sostenible, que vela por el bienestar de las personas y el medio ambiente.

Conocedora de las ventajas de la economía circular, la Unión Europea propuso un modelo de transición hacia esta forma productiva. Trataba de demostrar las ventajas de este sistema al tejido social, empresarial y laboral para generar una conciencia de protección del medioambiente.

Las medidas

En este marco, la Unión Europea introdujo un gran paquete normativo en materia de gestión de residuos, uso y producción de energía y organización industrial. Además, estas normas se apoyaron mediante un plan de acción financiado con más de 650 millones de euros. Muchos proyectos innovadores han resultado beneficiarios de estos incentivos, gestionados mediante la actuación de las administraciones nacionales.

Los resultados

Como resultado, las empresas de la Unión Europea han alcanzado un ahorro neto de más de 600.000 millones de euros. Las emisiones de gases de efecto invernadero han caído entre un 2 y un 4 % y se han creado grandes industrias en torno a la obtención y reutilización de materias primas secundarias.

Además, estas medidas han tenido un impacto positivo en la sociedad, que se ha ido concienciando paulatinamente para adoptar un modo de consumo más responsable y sostenible.

Por qué invertir (y consumir) en negocios sostenibles

Actualmente, la Unión Europea sigue con las miras puestas en la economía circular y los modelos de negocio sostenibles. Sus propuestas han demostrado ser efectivas, y se sigue premiando la innovación y concienciación en este sector mediante ayudas y subvenciones.

Además, los consumidores eligen sus productos de una forma cada vez más ética. Solo su compromiso con el medio ambiente conducirá a que todas estas medidas tengan un verdadero efecto final.

Por eso conviene invertir en negocios sostenibles, que no solo se benefician de un modelo más económico y responsable, sino que reciben el apoyo de las instituciones comunitarias y los consumidores.

Del mismo modo, los consumidores saben que al elegir a una empresa sostenible como su suministradora, están contribuyendo a una economía cada vez más respetuosa con el entorno y la sociedad.

Así que el plan de transición hacia la economía circular de la UE ha funcionado. Podemos afirmar sin tapujos que la empresa del futuro será verde y sostenible.

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