Si has cosechado tus semillas de verano, ahora es el momento de almacenarlas correctamente para que puedas utilizarlas en la próxima temporada, pero almacenarlas de una forma incorrecta podría hacer que tus sueños de tener un jardín eficiente se echen a perder. Vamos a enseñarte con unos sencillos pasos cómo almacenar tus semillas para que puedas ahorrar tiempo y dinero y además te ofrezcan la mejor cosecha de tu vida.
1. Secar las semillas
Si estás recolectando y guardando las semillas de tus propias plantas, espárcelas en un periódico y deja que se sequen al aire durante aproximadamente una semana. Escribe los nombres de las semillas en el periódico para que no te confundas al almacenarlas. Una vez que se sequen empácalas en pequeños sobrecitos y etiquétalos con el nombre de la planta y cualquier otra información que pueda ser de valor.
También puedes secar las semillas guardadas en papel de cocina. Se quedarán pegadas así que no intentes despegarlas, simplemente guárdalas tal cual con el papel enrollado y cuando vayas a plantarlas solo tendrás que recortar el pedacito de papel en el que esté la semilla pegada y sembrarlo directamente.
2. Guárdalas en algún lugar hermético
Para guardarlas utiliza botes herméticos o bolsitas. Para que las semillas se mantengan secas puedes añadir un paquete de gel de sílice con ellas que tendrás que cambiar cada 6 meses.
3. Almacénalas en un lugar seco y fresco
La humedad y el calor no son nada buenos para la vida de las semillas, así que lo ideal es guardarlas en la nevera (cuidado: que no acaben en el congelador).
4. Puedes mezclar las semillas del mismo tipo
No hay problema por almacenar las semillas del mismo tipo de planta juntas. Por lo general estarán bien si no han pasado más de 3 años así que puedes juntarlas y elegir las que mejor aspecto tengan a la hora de plantar.
5. Preparación para la siembra
Una vez que vayas a plantar, saca los botes de la nevera, pero no los abras hasta que las semillas no se adapten a la temperatura del ambiente porque si no se pueden pegar con la humedad.
6. Ponle ganas e ilusión
Eso es lo más importante: ¡planta con ganas y con amor! Y si alguna semilla se echa a perder... ¡no te desanimes! ¡Es normal! Eso le pasa al mejor jardinero. No te preocupes si algunas semillas no germinan porque es algo de lo más normal y aunque hayas hecho el almacenaje con todo el cuidado siempre es posible que alguna no funcione.
Tranquilo, sigue almacenando tus semillas y verás como la gran mayoría te servirán para el siguiente año. ¿Qué tienes pensado plantar? ¡Déjanoslo en los comentarios! 👇