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El efecto reparador, así como las vitaminas, minerales y ácidos naturales, hacen de la sábila un ingrediente esencial en cosmética
El aloe vera ancestralmente se ha utilizado como planta reparadora de la piel. La sola aplicación de su jugo interno o carne en la piel tiene efectos reparadores inmediatos. Por tanto, esa capacidad de regeneración le ha valido ser uno de los ingredientes estrellas de los productos cosméticos.
Aunque el origen concreto del aloe vera no se conoce con exactitud, los botánicos suelen situarlo en algún país árabe. En cualquier caso, la gran resistencia de esta planta hace que crezca en multitud de regiones, su fuerte resistencia a las altas temperaturas y a los climas subtropicales hacen que en la mayoría de regiones donde no se alcancen los cero grados crezca esta magnífica planta.
El aloe vera también es conocido como sábila y su jugo y las propiedades que de él se extraen han servido para la fabricación de un sinfín de productos derivados que en la actualidad copan los mercados cosméticos de todo el planeta. Una de las ventajas que más caracteriza a la sábila es que se puede aplicar de manera directa, sin tratar la planta, sin embargo, gracias a los avances de los laboratorios esas propiedades se han aumentado, se han optimizado y a base del ingrediente natural se extraen cremas, ceras, geles y aplicaciones que calman dolencias, como quemaduras, o ayudan a mantener la tez en perfecto estado.
Las infinitas propiedades de la sábila
La medicina, la parafarmacia y la cosmética se han rendido a los pies del aloe vera. La facilidad del cultivo de la planta, el bajo coste de la misma y la extracción directa de sus jugos hacen que como ingrediente estrella de productos cosméticos sea de los más aclamados por el mercado.
Pero eso no es todo, porque el aloe vera es capaz de dotar a la piel de una infinidad de propiedades que no solo ayudan a su buena salud estética, sino también biológica.
Una enorme fuente de vitaminas
En cuanto a su valor vitamínico, presenta unas características excepcionales, ya que en su composición hay presente vitamina A, todas las variantes de la B, también contiene C, y E. Todo ello la hace acreedora como producto que ayuda al buen tránsito intestinal. Pues, el uso no es solo exterior, sino que al ser una planta comestible, la parafarmacia y la herboristería también han sacado rendimiento. Ayuda a prevenir estreñimiento y a mejorar todo el tracto digestivo.
En cuanto a los diabéticos, el aloe vera al reducir los niveles de glicemia permite regular la insuficiencia de insulina. Por todo ello, esta planta se erige con sus multifunciones en una de las más apreciadas del mundo.
Ácidos y otros componentes
La sábila es una fuente inagotable de componentes como son los ácidos fólicos, aminoácidos y ácidos grasos; también contiene creatina. Todos ellos hacen que se eleve su capacidad hidratante y también que sirva como un elemento de antienvejecimiento. También es rica en minerales como son el calcio, el magnesio o el potasio.
Por todo lo anterior, esa conjunción de propiedades tan elevada erigen al aloe vera como un estupendo remedio de prevención de enfermedades, ya que ayudan al sistema inmunitario a dotarse de armas para luchar contra ellas.
Ya sea en forma de zumo, de crema, de pastilla o infusión, la sábila es un componente que toda persona debería incorporar en su cuidado personal. El carácter puramente natural y en la mayor parte ecológico, tal como se evidencia en las plantaciones muy extendidas, por ejemplo, en la isla canaria de Lanzarote, dan clara muestra de que transmiten a sus derivados todas las propiedades y sus bondades.
En definitiva, consumir aloe vera es una buena y saludable opción. Contar con plantas para decorar casas y jardines es otra alternativa que ofrece, pues, su cuidado es mínimo y se adapta a casi todo tipo de condiciones. Desde luego, el aloe vera da mucho más de lo que recibe y por eso sigue siendo uno de los componentes más utilizados para sus múltiples aplicaciones.
